Masajes a tu bebé, ¡una comunicación física y emocional!

Quisiera invitar a todas las madres y padres a vivir esta hermosa e importante experiencia de expresión afectiva, de contacto y comunicación. Los masajes son un espacio para compartir un momento de bienestar y ternura con tu bebé.   Sin duda, recomiendo los masajes a los papás que quieren fomentar un momento de proximidad y confianza con sus hijos, a los papás que tienen una aprensión en crear este vínculo padre-hijo o que simplemente no saben que actividad hacer con un bebé de 3 meses.   Practicar o aplicar masajes con tus hijos/hijas desde que son bebés, les va a permitir crear un espacio común, íntimo y propicio a la comunicación a lo largo de sus vidas. ¡Será parte de sus rutinas, y ellos mismos te lo pedirán!   Los beneficios del masaje son varios:  
  • Contacto afectivo: piel con piel, miradas, sonrisas, caricias, olor, estimulo, apego sano.
  • Intensifica la comunicación afectiva entre padres y bebé, y fomenta la comunicación no verbal. El bebé será más receptivo y reaccionará mejor al espacio que lo rodea.
  • Ayuda al bebé a relajarse y a reducir el estrés que puede producirle todo lo nuevo que está aprendiendo.
  • Permite que el bebé tenga un sueño más tranquilo y profundo.
  • Fomenta la auto-estima y auto-imagen.
  • Favorece la coordinación motora y aumento de reacciones musculares.
  • Ayuda a reforzar funciones respiratorias, circulatorias y gastrointestinales. Se puede reducir las incomodidades que producen los cólicos, gases, estreñimiento y molestias de la salida de primeros dientes.
  • Estimula sistema inmunológico y favorece el desarrollo del sistema nervioso.
  Tu intuición y relación con tu bebé juegan un papel fundamental en el éxito del masaje. Sin embargo, es mejor consultar y aprender adecuadamente antes de comenzar esta experiencia. Existen múltiples lugares y personas especializadas en masajes para bebés que pueden ayudarte a perfeccionar tu técnica y a entender el masaje como lo que realmente es (ver unos contactos abajo).   Lo bueno es que los masajes pueden ser parte de una rutina y reforzar así los vínculos emocionales entre padres e hijos favoreciendo el desarrollo psicomotriz de los más pequeños. Para lograr un masaje ideal, recomendamos productos naturales y aptos para la delicada piel del bebé, un ejemplo es Mustela, que cuenta con un aceite especialmente pensado para masajes con el 99% de ingredientes naturales y libre de cualquier químico que pueda afectar al bebé, además el olor y la textura son inigualables asegurando un momento único y especial con tu bebé. Recuerda que todo comienza con la piel (aceite de masaje Mustela).   ¿Pero cómo debe ser cada masaje según la edad?  
  • 0-5 meses: Ideal para empezar a favorecer el vínculo madre-padre-hijo e iniciar esta nueva rutina.
  • 5-8 meses: Comienza la curiosidad, el bebé tiene más facilidad para moverse. Invítalo a seguir interesado en el masaje introduciendo juguetes u objetos que lo mantengan entretenido mientras transcurre el momento (ver: sonajas Witty Wood).
  • 8 meses -1 año: Empieza el movimiento más activo. Acompáñalo con canciones que ambos disfruten o juguetes acordes a su edad, y busca un momento donde se encuentre más relajado, antes de dormir, o después de su guardería.
  • Edad preescolar: Es importante estar atento a las necesidades del niño/niña. Conectar el masaje con actividades que disfrute (ej. Día del masaje de futbolista, día del masaje de bailarina de ballet). Estar atento y apoyando las necesidades del niño/niña (ej. si quiere dejarse algo de ropa o pantalón puestos).
  Para clases de masaje grupal o individual (lista no-exhaustiva):   No duden en contactarnos si quieren compartir algún otro lugar de masajes infantiles en la República Mexicana, que podamos sumar a nuestras recomendaciones. Para más información: www.iaim.net, www.guiainfantil.com, www.mustela.com.   Crédito de foto a Mustela.